miércoles, 30 de marzo de 2011

¿Por qué ser Aupair?

Ser aupair no era precisamente mi sueño. Los niños me gustan un rato pero no soy la chica sonriente que aparece en los folletines de Cultural Care, que parece mostrar perenne devoción a los infantes. No. Alguna vez cuidé niños durante mi servicio social de preparatoria, tuve un par de pacientes a pequeña escala cuando daba mi servicio profesional en la universidad, y alguna vez sentí emoción al jugar con mis sobrinos. Pero nada más. Cambiar pañales y disfrutar siempre de las manos pegajosas de un niño no es precisamente una pasión para mí.

Así que las razones por las que escogí el programa fueron otras: quería vivir una experiencia en el extranjero, quería dominar el inglés para que en caso de que no me ayudase a encontrar un buen empleo a mi regreso, al menos me sirviese para fanfarronear al respecto; quería además, probarme como empleada lejos de la seguridad que me ofrecía mi rutina de vida. También quería vivir mi sueño americano: quería conocer la nieve y hacer un Johnny Frost con ella ¡todo un cliché! Quería volver a comer todas esas cosas que alguna vez probé durante un viaje a Los Cabos y que hasta esta zona de mi país no se venden: Dr. Pepper, y brownies con cubierta de queso Philadelphia.Y también, quería alejarme de la violencia en mi país. Si bien sabía que a mi regreso tendría que enfrentarla de vuelta (y quizá  más enardecida), un año me serviría para no temer por secuestros, narcoejecuciones y otras pestes propias de mi país derivadas de la guerra contra el narcotráfico, iniciada por nuestro presidente.

Así que una noche que escuchaba a un amigo de mi novio hablar de su vida en Escocia, como estudiante de doctorado becado por CONACYT (institución en México dedicada a becar a estudiantes sobresalientes para su preparación en el extranjero) decidí que yo quería probar algo similar. Si bien sabía que no podría hacerlo a esa altura -mis calificaciones de universidad son muy ordinarias y mi perseverancia para los trámites burocráticos en mi país es prácticamente nula- decidí que ser aupair sería un buen plan para lograr algo similar: un año en el extranjero.

Y así comenzó todo: googleando.